7 pasos para aprender a perdonar

Feb 7, 2020 | Blog

El concepto del perdón es una cosa subjetiva y, en la mayoría de las ocasiones, complicada. Desde niños, nuestros padres, siempre nos han enseñado que cuando alguien nos hace algo, con o sin afán de dañarnos, tenemos el poder de otorgar nuestro perdón, quitándole a otro toda culpa que pueda existir dentro de su ser; sin embargo, el problema es que, en muchas ocasiones, nos quedamos con esa idea, plana y superficial, del perdón. ¿Qué pasa si nos han lastimado de manera tan profunda que nos es muy difícil perdonar? El simple hecho del decir «te perdono» no quitará el dolor, hay cosas mucho más allá. Hay que tocar las heridas, ponernos en el lugar de quien nos las ha causado e intentar entender sus motivos.

En este post, te compartiremos 7 pasos para entender mejor todo lo que significa el perdón y poder levarlo a la práctica. Todos tenemos alguna cuenta pendiente con alguien, algún dolor no sanado y, hoy, es el momento perfecto para reparar todo eso.

Identifica tu dolor.

¿De dónde viene todo lo que estás sintiendo? Puede ser que hayan herido mi autoestima, tal vez, se ha fracturado la confianza que teníamos en alguien o nos hemos visto involucrados en alguna situación que ha causado dolor a alguien más sin quererlo. El dolor no es el mismo para cada una de estas situaciones. Por ello, es muy importante identificar de dónde viene para saber qué hacer con él y entender por qué nos sentimos de cierta forma. Esto, además, nos ayudará a trabajar en estos aspectos de nuestra personalidad, conocer nuestros puntos débiles y nuestras fortalezas es aprender a conocernos mejor a nosotros mismos.

Reconocer las emociones que te causa ese dolor

Está bien sentirse enojado, triste o decepcionado, lo que no está bien es negar que estamos sintiendo todas esas emociones. Guardarlas y callarlas nos hará conversarlas dentro de nosotros y, aunque podamos decir «te perdono», siempre estarán ahí estorbándonos para volver a confiar en el otro. Está bien sentir, platícalo, ya sea con esa persona o con alguien más pero no te lo quedes dentro.

Perdónate a ti mismo y dejar ir el pasado

En muchas ocasiones, cuando nos sentimos heridos por alguien, pensamos que hemos hecho algo para merecer ese dolor. Por lo tanto, comenzamos a culparnos de cosas sin sentido y a pensar en cosas que podríamos haber hecho distinto para evitar el daño. Nada de esto es tu culpa y, en caso de que hayas hecho algo que haya provocado un daño a los demás, el primer paso es perdonarte lo que sea que hayas hecho. El objetivo del perdón es la sanción del dolor, pero si vives culpándote todo el tiempo, aunque las demás personas te hayan perdonado, nunca será suficiente.

Sé empático

Dejar que la compasión fluya dentro de ti te brindará tranquilidad y a tranquilidad te ayudará a poner a trabajar tu empatía.  Para lograr el perdón verdadero es necesario ser empático con la otra persona, ponerte en sus zapatos e intentar entender sus motivos, sus emociones y las circunstancias, tanto en el pasado como en el presente. ¿Es un reto muy grande? Claro, pero perdonar lo es en toda la extensión de la palabra. Sé que no es fácil ponerte en los zapatos de la persona que te lastimó y entender sus puntos de vista, pero es importante recordar que nadie es perfecto.

Perdona incondicionalmente

La compasión y la empatía dan paso al perdón. Dejar en el pasado lo que haya pasado, olvidar el problema y concentrarnos en la solución. Estar dispuesto a perdonar sin condiciones es difícil pero es necesario para dar un paso hacia la reparación del daño de ambas partes. Abrir el corazón y darle la oportunidad al otro de comenzar desde cero.

Sé agradecido

El agradecimiento, como te habrás dado cuenta si eres un lector constante de este blog, es clave en muchos aspectos de nuestra vida. ¿De qué sirve ser agradecido a la hora de perdonar? De mucho. Ser agradecidos nos empodera, tanto a quien perdona, como a quien pide perdón. Ser agradecidos nos ayuda a dejar atrás la carga de las emociones negativas que podamos sentir y nos brinda la libertad de seguir nuestro desarrollo para ser mejores seres humanos y no repetir los errores de nuestro pasado. Agradece la valentía del otro para decir la verdad, la confianza, el cariño, la empatía, el reconocimiento  de tus emociones y de las de los demás, así como los aprendizajes que esta experiencia podrá dejarte. Agradece lo bueno y lo malo, los grande y pequeño, lo triste y los feliz. De esta manera el proceso será más sencillo.

Quiere de nuevo

Al inicio de este post decíamos que todos los dolores son distintos, todos vienen de distintos lugares y han sido originados por distintas situaciones, pero todos ellos comparten algo en común: el amor. Lo que sea que nos haya causado dolor lo ha hecho porque una parte importante para nosotros, algo que queremos, ha sido vulnerada. Claro que es difícil confiar y querer a alguien que nos ha causado dolor pero es la prueba más grande, para nosotros y para el otro, del verdadero perdón. Date y dale al otro la oportunidad de re-construir el cariño, la confianza, la amistad o aquello que se ha fracturado. Procura no guardar ningún rencor y quiere sin límites.

Espero que, seas quien seas, este artículo te sea de gran ayuda en este proceso. Recuerda que todos somos humanos, tomos cometemos errores, no importa si algunos son más grandes o pequeños, lo que importa es reconocer que todos tenemos las mismas posibilidades cometerlos, en un presente o en un futuro. Pero sobre todo, olvida que los más importante de los errores es reconocerlos, aprender de ellos y construir una nueva historia.

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